Hacia finales de junio cuando los sembrados ya estaban a punto los agricultores segaban los campos para obtener el cereal. Ahora todo el proceso está mecanizado pero los orígenes de este trabajo eran manuales y la herramienta por excelencia utilizada para segar fue la hoz.
Las primeras hoces probablemente fueron hechas con la mandíbula de algún animal con pequeñas piedras de sílex incrustadas. Posteriormente se fue perfeccionando la herramienta y se utilizaba una madera curvada. Con la edad de bronce se empezaron a fabricar de metal.
La siega se tenía que hacer en el momento preciso para que el grano no madurés masa y cayera todo al suelo. Esta era una de las preocupaciones más grande. Como a menudo sembraban mezcla o morcajo los tiempos de maduración de las diferentes variedades o especies de la mezcla no coincidía y la elección oportuna de las fechas era complicada.
En este documento se puede consultar el artículo «AviaFiestas dela segar y el batir» donde encontrará interesantes entrevistas y fotografías antiguas.
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Vicenç Xandri labrador de Avià sehabía sido en el Puig de Obiols explica:
«Se formaban grupos [Para organizar la siega] encabezadas por el jefe de grupo. En cada pueblo se hacían las suyas, y se comenzaba el trabajo hacia el Bages; nuestros padres habían ido incluso a marina. [...] los campos quedan lejos, y por eso cuando todavía estaba oscuro nos cargaban en un carro con vela porque fuéramos al campo a punta de claro.»
Después de segar el batir
Una vez segado el cereal y trasladado a la era había que separar el grano de la paja y del cascabillo, es decir, se había de batir. El espacio donde se hacía a menudo no era permanente y cada año tenían que escoger un terreno con la tierra bien compactada aunque se conservan algunas eras de batir alicatadas en pueblos o propiedades particulares como Casafort.
Se limpiaba la era y se preparaba el carro para acarrear las gavillas. Se sacaban los entarimados que iban situados al nivel de las varas y en su lugar que colgaba una «solera» por debajo del fusil- sostenida por medio de unas cadenas- hasta unos dos palmos del suelo; se ponía una «escalerilla» detrás para poder cargar con más longitud; a las barandillas se firme unos «estafermos» -pals de madera con punta- que clavándose lo haces a ambos lados permitían cargar con más altura, y se colgaba la larga soga con senderos que debería servir para sujetar la carretada.
